miércoles, 27 de septiembre de 2017

La historia del amor (2016)***

Dir: Radu Mihaileanu
Int: Derek Jacobi, Sophie Nélisse, Gemma Arterton, Elliott Gould, Torri Higginson, Marko Caka, Alex Ozerov, Lynn Marocola, Mark Rendall, Jamie Bloch, Nancy Cejari, Masa Lizdek, Russell Yuen, Julian Bailey, William Ainscough.


Radu Mihaileanu es un director rumano, cuya formación y carrera profesional es fundamentalmente francesa, aunque su cine siempre ha tenido una vocación internacional. De hecho, casi todos sus filmes tienen como escenario, territorios de los cinco continentes. Siempre con un estilo visual algo aparatoso, logra conmover y reforazar sus historias de emigración, amor, lucha y esfuerzo por sobrevivir, desgranadas ya en un puñado de películas irregulares, pero siempre emotivas y con buenas dosis de entretenimiento: El tren de la vida (1998), Vete y vive (2005), El concierto (2009) o La fuente de las mujeres (2011). Desde el año 2011 no se había puesto detrás de las cámaras, y recientemente ha adaptado, junto a la argentina Marcia Romano, una novela de Nicole Krauss que con su novela La historia del amor, nos plantea con amenidad y delicadeza uno de esos temas universales que siempre han sido motores imprescindibles de la creación humana. 



La película se inicia en Nueva York, en la actualidad. Leo (Derek Jacobi), un viejo inmigrante judío polaco, lúdico y divertido, vive recordando a “la mujer más amada en el mundo”, el gran amor de su vida. En el otro extremo de la ciudad, Alma (Sophie Nélisse), con el espíritu de una adolescente llena de pasión, descubre el amor por primera vez. Nada parece unir a Leo y Alma. Y sin embargo… desde la Polonia de los años 30 al Central Park de hoy en día, el manuscrito de un libro, “La historia del amor”, escrito originalmente en yidis, y publicado por primera vez en Español, viajará a través del tiempo y de los continentes para unir sus destinos.


Radu Mihaileanu se lía bastante al urdir las tramas (no tan complejas), y facilita alguna que otra confusión con sus saltos temporales y con un estilo algo ampuloso y grandilocuente. El magnífico actor británico Derek Jacobi, y el neoyorquino Elliott Gould (dos ilustres veteranos) están algo sobreactuados, o nada controlados por Mihaileanu, la bella banda sonora de Armand Amar, también "sobreactúa", en fin, todo parece excesivo; pero el conjunto de las interpretaciones y la caótica dirección de Mihaleanu, producen, al final, una especie de ensalmo, de canto al amor, a su necesidad. Y, aunque pueda parecer sorprendente, el resultado final es sumamente agradable, y el mensaje sobre lo importante que son y serán las historias de amor, totalmente necesario. 



Permítanme una digresión personal, pero que creo puede justificar perfectamente las tres estrellas que ha terminado llevando esta caótica e irregular producción entre Francia, Canadá, Rumania y USA, comandada por el citado Mihaileanu. Cuando le comento a mi pareja sentimental que la película me ha llegado a emocionar y que trata sobre ese "tema eterno" del amor, me encuentro con una oportuna reflexión sobre él. Más o menos viene a decirme que sin el amor no existiríamos (y es literal). La conversación nos lleva a un verso de una canción de Hilario Camacho que dice "nadie duerme sin sueños de amor", incluido en el tema "El peso del mundo" (del LP "De paso", de 1975), adaptación libre de un fragmento del poema Howlde Allen Guinsberg, y todo ello a justificar y entender que sin el amor y su supervivencia contra los vientos y las mareas de la intolerancia y ese fascismo que ya asolaron Europa, no hace tantos años, y que parecen estar volviendo a reaparecer, sólo queda resistir, con pasión e impulso, solo nos queda escribir/rodar/pintar/componer/tocar/esculpir, siempre, una y otra vez, la historia del amor.

Roberto Sánchez

-Aragonia-

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