miércoles, 9 de agosto de 2017

FESTIVAL INTERNACIONAL BUÑUEL-CALANDA (Edición XIII)

CINE, VANGUARDIA, JAZZ, ARTES PLÁSTICAS Y PASIÓN POR LA CREATIVIDAD
A FLOR DE PIEL.


Hay va mi crónica de un Festival que viví recientemente de un modo muy cercano. Encargado por su director José Ángel Guimerá, nuevo en la plaza, para la coordinación general y del Coloquio Internacional, así como de la programación, he vivido con intensidad un evento cinematográfico que se propone volver la mirada hacia el cine más creativo y experimental, sin dejar nunca de vista la estela de Don Luis Buñuel, el más importantes director español de todos los tiempos. Nadie como él para indagar en el territorio de los sueños, para escrutar nuestro subconsciente, y así se lo reconocieron otros grandes maestros de su misma categoría como Ingmar Bergman. 

Por seguir un cierto orden, decir que se inició el evento el sábado 29 de julio con la proyección de La misteriosa naturaleza del instinto (2017), de Lorenzo Castañer, hábil y oportuno montaje de 6 minutos a partir de las películas de Buñuel. Luego tuvieron lugar algunas palabras protocolarias y se pasó, por mi parte, a una actividad arriesgada: contar y explicar las conexiones entre el jazz, el cine, la vanguardia y Buñuel. 

Resulta que Buñuel, Lorca y Dalí, durante su estancia en la Residencia de Estudiantes madrileña, en los años 20, pasaban muy buenos ratos escuchando jazz en el Rector´s Club, situado en los bajos del Hotel Palace. Allí disfrutaron de los Jackson Brothers, un grupo de músicos negros procedentes de Nueva York. Tanto gustaron a Buñuel que intentó (sin  éxito) que actuaran en la Residencia. También sabemos que una parte importante de la paga de Dalí y Buñuel se destinaba a comprar discos de esa música infernal llamada jazz. Luego, Buñuel en su empeño por aprender a tocar un instrumento musical, dejó el violín y jugueteó con el saxo y con ¡el banjo! 

En su cine no suele haber una banda sonora tradiciobal, pero sí una preocupación evidente por los ruidos, por la sonoridad real (o no tanto) que acompañaría a sus escenas. Anticipándose a algunos cineastas actuales que también trabajan en la nueva vanguardia (posmodernidad, dirían otros), como David Lynch y su habitual colaborador Alan Splet (ingeniero de sonido que ha manipulado sus bandas sonoras desde sus primeros cortometrajes), a Buñuel, además de sus tambores calandinos, le gustó sobredimensionar a veces ruidos de procedencia real, pero que distorsionados podían sugerir, anticipar o subrayar algunas situaciones.




Teniendo en cuenta esos antecedentes, mostré unos pocos minutos de unos cuantos ejemplos cinematográficos: Symphony in Black (1935), de Fred Waller, con Duke Ellington y Billie Holiday, Ballet Mecanique (1924), de Dudley Murphy y Fernand Léger, St. Louis Blues (1929), de Dudley Murphy,con Bessie Smith, Minnie the Moocher (1932), de Dave Fleischer, con Cab Calloway y Betty Boop, Un día en las carreras (1937), de Sam Wood, con Los Hermanos Marx, Loquilandia (1941), de H. C. Potter, con Slim Gaillard, Slam Stewar y The Harlem Congeroos, Una cabaña en el cielo (1943), de Vincent Minnelli, de nuevo con Duke Ellington y su Orquesta, Begone Dull Care (1949), de Evelyn Lambart y Norman McLaren, con Oscar Peterson Trio, los títulos de crédito (de Saul Bass) de Anatomia de un asesinato (1949), de Otto Preminger, con música de Ellington, People, People, People (1976), de John y Faith Hubley, con Benny Carter, Thad Jones & Mel Lewis Band, y Naked Lunch (1991), de David Cronenberg, una banda sonora de Howard Shore y Ornette Coleman.  Todos demostraban que la  vanguardia cinematográfica no sólo  era refrescante y novedosa, sino que muy  pronto estuvo en conexión con el jazz (como en el caso de Dudley Murphy).

Con esos antecedentes, nos atrevimos a plantear una proyección de Un chien andalou, sin la banda sonora propuesta por su autor en 1960, que sería sustituida en directo por los sonidos del trío jazzístico EVO, compuesto por Chus Fernández (bajo eléctrico), Chavi Naval (saxofones y clarinete) y David Fernández (batería y percusiones). A partir de los arreglos y composiciones de Chus Fernández, el trío, nos ayudo a mirar con una nueva perspectiva este auténtico manifiesto audiovisual del surrealismo. 

El domingo, 30 de julio, se inauguró la exposición “Abismos de pasión… por el cine”, de César Sánchez Vázquez, que reunía unos cuantos carteles de cine de su propia colección (con alguno firmado por Josep Renau, en su etapa mexicana) y obra del artista zaragozano de regusto pop y señalada cine-filia. 





Arrancaron todas las secciones del Festival "Buñuel en el tiempo", "Buñuel y otras miradas" y la sección oficial a concurso. Destacó el estreno de Abismos de pasión: Homenaje a Buñuel (2017), de Sonia Llera, un montaje de tres fragmentos concebidos previamente para el programa Canal Saturno, de Aragón TV; dirigido por Gabriel Sopeña, que nos acompañó, junto a la directora, en la presentación y posterior debate. Estamos ante una inovildable experiencia audiovisual que conecta con la danza contemporánea, en concreto con la coreografía de LaMov, compañía de danza zaragozana, que ocupó algunos sugerentes espacios calandinos de singular belleza y dureza. Poesía en movimiento, controlada por las experiencias compenetradas de Llera y LaMov.  

Dentro de la sección "Buñuel y otras miradas" pudimos comprobar lo resultados de dos talleres realizados con jóvenes. Mario Barro (Investigador de la UNAM, del que luego daré algunos datos más), dirigió en Calanda unas actividades con chavales de Primaria. Repetía, ya que asumió con éxito esa misión desde el año pasado. Los resultados de este año también tuvieron una excelente acogida. Leonor Bruna (responsable de la Escuela de Cine Un perro andaluz), Camino Ivars y Roberto Sánchez, asumieron la responsabilidad de difundir las ideas conectadas de Buñuel y el Cine Surrealista en los Institutos de Caspe, Hijar y Calanda; para terminar produciendo tres piezas audiovisuales que podrían muy bien responder al espíritu de las vanguardias.




Otra sección, "Largometrajes Aragón", se inició el domingo 30 con la proyección de María
Moliner. Tendiendo palabras (2017), de Vicky Calavia que, acompañada de Ana Santos 
(directora de la Biblioteca Nacional), presentaron la obra.  A la postre, seria la ganadora del Premio del Público. Se trata de un sólido y estupendo documental capaz de ahondar al mismo tiempo en el valor intelectual y cultural de la insigne estudiosa de la lengua española y en sus aspectos más humanos y próximos, en su exilio interior, y en su constante brega por difundir la cultura entre el pueblo, contra viento y marea.., contra la intolerancia...

El lunes 31 se inauguró el Coloquio Internacional en torno a la figura de Buñuel. Mario Barro en su ponencia “Vanguardia cinematográfica en México: Antes y después de Buñuel”, nos ilustró sobre el pasado, presente y futuro del cine de vanguardia en México y previamente nos había ayudado de modo decisivo con la programación de cine mexicano actual que vimos en el Festival. 

Ana Asión (de la Universidad de Zaragoza y representando a la Universidad de la Experiencia) en su ponencia “Cuando el deseo se hizo carne: erotismo y liberación sexual en el cine español de los años setenta”, trató con acierto el tema del erotismo en el cine de Buñuel, su reflejo en el cine español y enlazó con su tema de investigación: el cine español de la "Tercera Vía", destacando el trabajo de productores como José Luis Dibildos o realizadores como Roberto Bodegas o Antonio Drove, de necesaria reivindicación y que fueron mucho más allá del mero "destape" en sus trabajos de la época. 





Además, este año se rindió homenaje al mexicano Guillermo Arriaga, ese sólido escritor de cine que ha firmado las soberbias películas de Alejandro González Iñárritu (Amores perros21 gramos, o Babel). Vimos 21 gramos (2003), Los tres entierros de Melquiades Estrada (2005, con Tommy Lee Jones en la dirección), el cortometraje Desde abajo (2015) y el largo Lejos de la tierra quemada (2008), dos filmes dónde Arriaga ya ejercía también como director. 

Todas ellas se proyectaron con presentación y coloquio posterior que tuve la suerte de dirigir, acompañado en una ocasión con Carlos Tejeda y en otra por Javier Hernández, hasta la llegada del mismo Arriaga, el viernes 4 de agosto, que primero nos amenizó en la Mesa redonda sobre guion cinematográfico, organizada en el marco del Coloquio Internacional, coordinada por Carmen Pemán (Directora del Festival de Cine de La Almunia que siempre ha prestado una especial atención al guion), con la presencia de Paula Ortiz, Carlos Tejeda y Gabriel Castaño (director del CiBRA, festival del cine y la palabra, celebrado en Toledo y La Puebla de Montalbán).
El sábado, 5 de agosto, con la presencia activa de Arriaga, fue todo un placer, y un privilegio, presentar y dirigir los debates sobre Words with Gods (2014), estreno en España de este interesante filme sobre las religiones, producido y concebido por el mexicano, construido mediante segmentos que tratan las diferentes corrientes religiosas y hasta del ateísmo en el último episodio (La sangre de Dios), que el mismo dirigió. Nos explicó que el orden de los segmentos fue establecido con un criterio cronológico por Mario Vargas Llosa. Sólo se había visto antes en el Festival de Venecia; y ese mismo día, como acto final, vimos Lejos de la tierra quemada (2008), que volvió a suponer una pequeña master class sobre el cine de Hollywood y cómo dirigir a tres actrices soberbias: Charlize Theron, Kim Basinger y una jovencísima Jennifer Lawrence. 

El martes, 1 de agosto, tuvo lugar la segunda parte del Coloquio Interancional con las ponencias “El cine de David Lynch, ¿surrealismo posmoderno?”, por Javier Hernández, decano de comunicación de la Universidad San Jorge, relacionando el surrealismo con la tendencia posmoderna de este director norteamericano, capaz de asestar, de nuevo, un fuerte "puñetazo" creativo con la tercera entrega de la serie Twin Peaks, más provocadora que nunca. La segunda ponencia del día fue “Arte en fotogramas: los cineastas de la vanguardia histórica”, por Carlos Tejeda de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y permitió conocer el contexto histórico artístico en el que creció la impronta creativa del joven Buñuel. 

Entre las proyecciones de la sección oficial pudimos disfrutar de una experiencia de inmersión virtual en un cuadro de Van Gogh, mediante unas gafas 3D. Siempre asesorados por "Toñín" un especialista del Festival de Cortos las Ranetas de Alcañiz, que ya va por la  tercera edición del "Certamen de experiencias y cortos en realidad virtual".



Por la noche, ese mismo martes, comprobamos, en directo, cómo se elaboraba la tapa "Un perro andaluz", concebida por la Asociación de Turismo del Bajo Aragón. Después, se pudo ver el largometraje documental Local 7, del zaragozano Jorge Nebra, un sentido homenaje a las bandas e intérpretes de pop-rock-flamenco actuales, con extensas entrevistas a Enrique Bunbury, Loquillo, Manolo Kabezabolo, Los Bengala, Niños Del Brasil, Nacho Estévez “El Niño”, Mama Kin, Julio De La Rosa, Calavera, The Kleejoss Band, My Expansive Awareness, Tachenko, Bigott, Juanita Calamidad, Leo Susana, Silvia Solans, Las Novias, Los Modos o El Brindador, entre otros. Tuvo su correspondiente presentación y debate posterior con el director.




El miércoles 2 de agosto, Antonio Tausiet, que se define a sí mismo con estas palabras, entresacadas de su web www.tausiet.com: "Soy un creador de contenidos variopintos (cortometrajes, textos -libro sobre el Tubo-, páginas web...) y colaboro en diversas iniciativas periodísticas, audiovisuales, etc. Hago mis propias  inspecciones rutinarias, intentando siempre utilizar la lupa del humor crítico. No siempre lo consigo...". Toda una declaración de intenciones de un activista zaragozano de la cultura libre y popular, miembro de la ACA (Academia del Cine Aragonés), que nos regaló por la mañana un acertado análisis del guion de Un perro andaluz, en su conferencia "Un Chien Andalou: el guion y otras peripecias", completada por la noche con un montaje de secuencias cinematográficas que vino en llamar: Entremeses fílmicos con el  ingrediente de Un perro andaluz, y que supuso un grato disfrute para todos los asistentes. 

El jueves. 3 de agosto, se programó un Encuentro entre los Festivales Cinematográficos de Teruel que contó con el Festifal (Festival Internacional de cortometrajes de temática rural que se celebra en Urrea de Gaen), el Festival de cortos de Las Ranetas (Alcañiz) y la Muestra de cortometrajes de Valdeargorfa “Plot-Point”, y se presentó el novedoso Rally Cinematográfico "Desafío Buñuel". Los demás anunciaron sus próximas ediciones y mostraron la voluntad de empezar a colaborar y complementarse, desde Teruel hacia el mundo...Ese mismo día pudo verse el tercer trabajo a concurso de la sección "Largometrajes Aragón": Angustias y Remedios (2015), en cuya presentación y debate posterior estuvo presente su director Fernando Usón-Forniés. 




El viernes, 4 de agosto, llegó Guillermo Arriaga, que protagonizó por la mañana un desayuno con periodistas en el estupendo marco del Parador Nacional de Alcañiz, luego, la Mesa Redonda sobre guion, ya comentada un poco más arriba. Por la noche, con el Patio del CBC repleto pudo verse el cuarto largometraje aragonés a concurso: Análisis de sangre azul (2017), de Blanca Torres y Gabriel Velázquez, falso documental de ricas sugerencias que respeta a su vez el lenguaje del cine mudo y las texturas, ahora ya mágicas y misteriosas, del celuloide. Tuvimos la fortuna, de nuevo, de contar con la presencia de la directora, en un rico debate que posibilitó una mejor interpretación de este sugerente trabajo fílmico. 

Ese viernes tuve ocasión de coordinar al jurado de la sección oficial. Y me permito reproducir el acta oficial consensuada entre todos sus componentes:

"Reunidos en Calanda el Viernes 4 de agosto, el jurado del Festival Internacional Buñuel -Calanda, formado por  Vicky Calavia Sos, Gabriel Castaño,  Carlos Tejeda García, Enrique Marqués Martín y Mercedes Gaspar Salvo, ha decidido otorgar los siguientes premios de la sección oficial a concurso Avant-Garde.

CORTOMETRAJES:
El jurado ha escogido entre las variadas opciones de cine vanguardista y experimental que representaban los trabajos seleccionados para la fase final de este concurso.
El 2º Premio ha sido para Identity Parade, de Gerard Freixes Ribera
Y el 1º  para Studio Pasolini, de  Pablo Jordán.

LARGOMETRAJES:
El 2º Premio es para Análisis de sangre azul (2016), de  Blanca Torres y Gabriel Velázquez, Por introducirnos entre los mundos de la realidad documental y la más pura ficción, mediante un maravilloso juego creativo.
El 1ª Premio, otorgado por unanimidad, es para Las elegidas (2015), de David Pablos, por su estupenda factura cinematográfica y decidirse a tratar un tema social complejo, planteado con crudeza, valentía y eficiencia narrativa.



El sábado 5 de agosto, se clausuró el Festival Internacional Buñuel-Calanda con una Gala de Clausura diseñada y concebida por Alfonso Desentre, en la que colaboró de modo destacado la actriz zaragozana Laura Contreras, que ha sido, además, la maestra de ceremonias durante toda la semana (presentando y dinamizando todas las sesiones). Debo decir, como coordinador del Festival, que ha sido un privilegio trabajar cerca de estos dos grandes artistas. La puesta en escena de Desentre, la actuación de Alfonso y Laura (espero que me permitan la familiaridad), las luces diseñadas por Fernando Medel (responsable del diseño de luces de todo el Festival), los fragmentos escogidos de Un perro andaluz (con leves pero ricas alteraciones), los textos del mismo Buñuel, en la estupenda y profunda dicción de Desentre, el sentido y necesario homenaje al actor turolense Santiago Meléndez (1958-2017), los acompañamientos musicales y ambientales del DJ Lord Sassafras, la bicicleta, el ojo-globo, convirtieron esta concisa gala de clausura (que incluía la entrega de premios y el homenaje a Arriaga), en un juego surrealista que culminó con el conocido tango..., que no sonó en la inauguración...






Sin la buena disposición, voluntad y ganas de trabajar por la figura de Buñuel del Gobierno de Aragón (siempre atentos, los responsables de Cultura, la Consejera  María Teresa Pérez y el Director General Ignacio Escuín), del Alcalde de Calanda José Ramón Ibáñez, alias "Buñuel", desde ahora, del director del Festival José Ángel Guimerá, del director del CBC Jordi Xifra, del equipo del Ayuntamiento con sus concejalas Isabel Barberán y Raquel Palos, siempre  "al quite", de la inestimable intendencia (y mucho más) de Ana Trallero y Asun Hostaled, trabajadoras del CBC, del equipo de comunicación con Camino Ivars, facilitadora de ventanas al mundo, Victor Escuín, desfacedor de entuertos internaúticos (y otros problemas de las redes), de la incansable editora (y grabadora) Sandra Millán, y de los fotógrafos Manuel Herrero y Rebeca Herrero, nada de lo relatado en esta crónica hubiera sido posible.

Y no, no  me olvido del excelente trabajo del artista plástico Paco Simón que nos entregó toda su sabiduría y dominio del color y el diseño en el cartel, el logo, o pintando el iris de ese ojo-globo con el que jugaron en el escenario Alfonso y Laura.. 

¡Me siento muy orgulloso de haber formado parte activa de este Festival! 
¡Lo del XIII no fue de mal agüero!  

Roberto Sánchez.

2 comentarios:

  1. Todo perfecto, pero por favor: cambia la primera palabra de tu escrito "Hay" por "Ahí". Y luego borra este comentario. Gracias

    ResponderEliminar

Danos tu opinión: